La legislación española tipifica el exceso de velocidad como una infracción grave (o muy grave, según el caso), que no solo comporta el cobro de una multa, sino también, en algunos casos, la detracción de puntos del permiso de conducir. Conocer los límites de velocidad ayuda no solo a evitar incurrir en sanciones, sino también, y aún más importante, a conducir de modo más seguro y eficiente.
La Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial establece que las infracciones pueden pertenecer a diferentes tipos: de circulación (por ejemplo, las de exceso de velocidad, el circular sin luces, usar el móvil, etc.), las relacionadas con la conducción bajo el efecto de alcohol o drogas, aquellas relativas a la falta de autorizaciones de circulación (conducir sin permiso, por ejemplo) y las relacionadas con la condición técnica del vehículo (conducir con ITV caducada) o con la falta de seguro. Cada uno de estos tipos de infracción se categoriza además como leve, grave o muy grave.
El exceso de velocidad, que pertenece a las infracciones de circulación, se define como la superación del límite de velocidad establecido para una determinada vía, ya sea en modo genérico por su tipo específico (por ejemplo, el límite de velocidad de entre 20 y 50 km/h para vías urbanas), o por lo indicado en la señalización vial, que a veces puede reducir aún más el límite genérico.
Los límites de velocidad genéricos también dependen del tipo de vehículo. En vías urbanas, a turismos (con y sin remolque), derivados de turismos y mixtos, motocicletas, autobuses, camiones, articulados se aplica un límite de 50 km/h, mientras que a ciclomotores y a ciclos se aplica un límite de 45 km/h, y a vehículos agrícolas, de 25 km/h. En autopistas y autovías, en cambio, se aplica un límite de 120 km/h a turismos y motocicletas; de 100 km/h a autobuses, derivados de turismos y mixtos y camiones; de 90 km/h a articulados y furgones, y de 80 km/h a turismos con remolque. El resto de las categorías no tiene permitido circular por este tipo de vías.
De acuerdo con el límite superado, se puede considerar una infracción administrativa o bien constituir un delito contra la seguridad vial. Este último caso es aquel en el que se supera de 60 km/h el límite establecido en vías urbanas y de 80 km/h en vías interurbanas.
Relacionado con lo anterior, el exceso de velocidad constituirá una infracción grave o muy grave y se considerará responsable de la infracción (como en todos los casos de infracciones de circulación) a la persona infractora, es decir, a aquella que esté conduciendo el vehículo en el momento de la infracción.
En el siguiente apartado veremos cuáles son las sanciones que se aplican a esta infracción, según su nivel de gravedad.
La mayoría de las infracciones que se categorizan como leves, graves o muy graves y que son pasibles de multa, tienen cifras estipuladas: 100 euros para infracciones leves, 200 euros para infracciones graves y 500 euros para infracciones muy graves. Sin embargo, la infracción de exceso de velocidad es diferente, y las multas se calculan de acuerdo con el tipo de carretera y el límite superado.
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