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El cinturón de seguridad es uno de los elementos de “seguridad pasiva” del vehículo, que reduce en un 90 % el riesgo de muerte y de un 75 % la probabilidad de lesiones graves en caso de choque frontal. El uso del cinturón de seguridad es obligatorio por ley para todos los ocupantes de un vehículo, y no utilizarlo o utilizarlo de forma incorrecta es pasible de multa y de quita de puntos de la licencia de conducir para quien conduzca el vehículo.
Sigue leyendo para conocer más sobre la normativa y cómo usarlo de forma correcta.
En España, a partir de 1972, el uso del cinturón de seguridad se volvió obligatorio por ley para los ocupantes de los asientos delanteros. Para los ocupantes de los asientos traseros, la obligatoriedad del cinturón entró en vigor recién en 1992. En la actualidad, como lo indica el artículo 117 del Reglamento de Circulación, “el conductor y los ocupantes de los vehículos estarán obligados a utilizar, debidamente abrochados, los cinturones de seguridad homologados, tanto en la circulación por vías urbanas como interurbanas”. Dentro de este artículo también se incluye la obligatoriedad de utilizar sistemas de retención infantil para aquellos pasajeros menores de edad de estatura inferior a 135 centímetros. Es importante saber que no utilizar el cinturón de seguridad constituye una infracción grave o muy grave, que se sanciona con una multa a partir de 200 euros, y la sustracción de 4 puntos del permiso de conducir si el infractor es el conductor. Además, a diferencia de otros países, en los que la sanción se aplica solo al conductor del vehículo, aunque sea otro el pasajero que no lleve el cinturón abrochado, en España deberá pagar multa quien infrinja la norma.
Para usar de forma correcta el cinturón de seguridad, en primer lugar es fundamental no hacerle ninguna modificación, como agregar toallas o cojines entre el cinturón y el cuerpo, o colocarle pinzas u otros elementos que intervengan en su estructura. La banda más larga del cinturón debe pasar por la clavícula, entre el cuello y el hombro, y quedar bien ceñida al cuerpo. La banda inferior y más corta debe quedar a la altura de los huesos de la cadera, por debajo del abdomen. Al llevarlo de este modo, el cinturón resultará eficaz en caso de choque, sin causar lesiones o el llamado “efecto submarino”, cuando el pasajero se desliza por debajo del cinturón y se produce una compresión de los órganos internos por llevar la banda corta colocada por encima del estómago.
Es fundamental que, tras un choque o cualquier tipo de accidente que haya puesto a prueba la resistencia del cinturón, se realice una revisión en un taller mecánico, para comprobar que no se hayan dañado los sistemas de anclaje y que el trenzado del material del cinturón esté en las condiciones adecuadas para ser eficaz.
El uso del cinturón de seguridad no solía ser obligatorio para embarazadas, pero hoy en día lo es, ya que se ha comprobado que el riesgo de lesión y pérdida del embarazo es mucho mayor si no se utiliza, ya que basta un pequeño impacto para hacer que el vientre golpee contra el volante y produzca lesiones a la madre y al feto.
A la hora de colocar el cinturón, valen las mismas indicaciones que para el resto de los ocupantes: las bandas deben quedar bien ceñidas al cuerpo, sin ningún elemento que se interponga; la banda más larga debe pasar por la clavícula, entre el cuello el hombro, y la banda corta debe pasar por debajo del vientre.
El cinturón de seguridad es un importante elemento de protección, que forma parte del sistema de seguridad de los vehículos, y cuyo uso es obligatorio por ley. Usarlo correctamente no solo evita sanciones, sino que, aún más importante, reduce la probabilidad de sufrir lesiones graves e incluso de perder la vida en caso de choques o accidentes.
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